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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Tomates para alegrar la noche

Foto: El mundo de Aik

Suelo perder el apetito en días difíciles, pero aún así aumentan mis ganas de cocinar. No sé por qué. Tal vez sea una catarsis personal o la mejor forma de crear un espacio ajeno al mundo del trabajo, del tráfico, de las noticias policiales, del ajetreado fin de año. Y bueno, ayer fue una fecha llena de cosas, pero al caer la tarde me di una vuelta por el supermercado. J estaba antojado de pasta y pensé en hacer algo ligero que no costara más de 15 soles.
Tenía queso de cabra en casa, así que compré un paquete de masa wantán y 4 tomates. El plan parecía simple: después de rallar un buen trozo de queso le agregué dos cucharadas de aceite de oliva y tomillo fresco. Con eso rellené la masa y la doblé como si fueran pañuelitos. Aparte doré ajo molido en un wok y le agregué los tomates picados en cuadraditos. Pero entonces llegó J a apropiarse de la salsa. La verdad es que suelo ser algo posesiva con la cocina - no sé si a ustedes les pasa- pero jamás podría cortar iniciativas ajenas aunque él optara luego por agregarle vinagre de manzana a los tomates. ¡Es redundante!, le dije antipatiquísima. Pero solucionó muy bien la acidez con un trozo de mantequilla, finas hierbas y un chorrito de miel. En general, el truco de este tipo de salsas es dejarlas laaaaaaargo rato al fuego. Cuando estén a punto de convertirse en puré se empieza a cocer la pasta, que está lista en 5 minutos.


Nota 1: la masa wantán se llenó de aire y algunas piezas explotaron en la olla, así que debo perfeccionar esa técnica.
Nota 2: J tiene la costumbre de calificar cada preparación del 1 al 10 y según él su salsa no llegó a 6. Mentira. Fue un 8 redondito.
Nota 3: Espolvoreen el plato con parmesano. Nunca será redundante.

2 comentarios:

  1. lo maximo!!
    fashionjolik

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  2. Bienvenida a la blogósfera culinaria, querida Diana. Muy bonito tu blog. Seré tu visitante consuetudinaria.
    cariños
    MEC

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